Era un niño de unos 7 años, completamente normal, podria confundirse con miles de niños de su edad, estatuta media, pelo castaño, ojos entre verdes y negros, piel ni blanca ni morena, boca media, pies ni grandes ni pequeños, peso medio..... no sobresalia por nada no tenia nada singular caracteristico o unico. Solia costarle mirarse al espejo y reconocerser en esa imagen al reves de si mismo. Desconocia su nombre. Siempre le llamaban de formas diferentes, le debian de confundir con otros niños. A el esto no le molestaba, creia recordar que un dia hace mucho tiempo escribio su nombre en la arena y fue borrado por el viento. Asi desaparecio su nombre. No lo vio mas, lo busco, no lo encontro. Aveces en las calidas noches de verano cuando hay millones de estrellas en el cielo, se tumbaba en la hierba con los brazos de tras de la cabeza a la luz de la luna, mirando las estrellas fijamente largo rato le parecia reconer en ellas nombres, sus nombres pero todos eran diferentes diferentes, a veces era James, otras Gregorio, otra Bob....... el se sentia engañado y tiraba piedras en el estanque en el que se reflejaba la luna y las estrellas con el proposito romperlas en cachitos por un momento y arrancarles sus nombre, como el viento habia hecho con el suyo.
Por las calles, entre la multitud siempre se sentia invisible. En ocasiones llegaba acreerse tanto que era tan común que llevaba a ser invisible que movia los brazos haciendo un movimiento serpenteante y decia.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡El jersey se mueve solo!!!!!!!!!!
Entonces se reia frustadamente al comprobar como la gente miraba el jersey y lo atravesaban con sus miradas hacia el infinito. Quizas fuese esto lo que le hacia sentirse normal e invisible. Nadie lo habia mirado a los ojos jamas. Una vez creyo sentir una mirada pero cuando giro la cabeza no encontro a nadie ahi, tan solo viento.
Caminando por la noche a la luz de las lamparas que alumbraban la ciudad mientras se divertia mirando sus sombras descubrio al lado de una papelera un pequeño libro, marron en el que ponia Gustavo Adolfo Becker.
Esa noche no miro las estrellas, comenzo a leer esperando encontrar en ese regalo del destino, algun secreto guardado. Empezo por el prologo, donde hablaban de una extraña enfermedad la "enfermedad romantica" la llamaban, tuberculosis ponia acontinuación que debia de haber matado al autor. Sabia que una patata era un tuberculo, sabia que como a el aveces a las cosas se les llamaba de diferente manera.
Recordo entonces que su pobre padre decia su abuela habia muerto de un patatus. Una patata era un tuberculo. Esto le llevo a pensar con gran acierto, penso el, que el corazon termina convierte en patata y asi la gente muere, y con sus cuerpos sus nombres.
Un brillo centelleo en sus ojos, al descubrir que la muerte de su nombre le habia traido otro por un tropiezo. DEscubrio entonces la enfermedad romantica que lo acechaba y asi su nombre el niño del corazón de patata.
