GRUÑES.

Gruñes y yo sin embargo... no puedo dedicarte otra cosa, porque entre gruñidos se te escapan abrazos.Me converti en espectadora de un espectáculo invisible, donde jugamos a quedarnos parados y despertar precipitadamente. Aplaudiría si no fuese porque tengo los brazos ocupados, rodeándote, ataándote a mi lado, y dejándote marchar siempre que lo necesites. Envidiando tu sombra, que comparte tu espacio más de lo que yo pudiera hacerlo. Te miro y veo cómo te mueves, ignorando el escenario de iluminación y acechado por sombras acusadas. Me lo sigo pensando y mientras me decido... ya estoy avanzando hasta colocarme a tu lado y esperar captar tu atención: -Mira que eres fea. -Prefiero no mirarlo. -Ya te lo digo yo. -Y sin confirmarlo te creo. - Anda tonta! Ven aquí! - Me encanta cuando gruñes - Qué sabrás tú... Pasara el tiempo que tenga que pasar. No subiré las persianas mañana, no dejaré que nada cambie de lugar, he estado pensando, he estado buscando donde guardar cada sensación, que no debe ser borrada, que no quiero ver marchar.Me descubrí a mi misma, durmiendo boca arriba. Me encontré fija en un punto, escurriéndome desde el suelo al techo, equivocándome, por falta de luz, por exceso de sombras. Por ver todo tan claro, y estar rodeada de tanto oscuro, me descubrí a mi misma escuchandome respirar. Esconderé bajo mi lengua todas las historias que vi, todas en las que anduve metida, y dejaré que escapen sólo cuando pueda retenerlas, en un lugar aún más seguro. Me queda mucho miedo, me quedan muchas dudas, te debo muchos besos.